Abel Buezo, burebano de Salinillas, es el alma máter de esta bodega, cuya idea surgió hace diez años junto a un grupo de amigos. Siempre tuvo muy clara la orientación de la bodega hacia el visitante. Por eso, todas las dependencias cuentan con un cartel que explica las fases de elaboración del vino, desde el dormitorio de botellas, la sala de barricas y el etiquetado, a la sala de catas. Otra de las curiosidades está en su biblioteca, ubicada en una amplia y luminosa sala de consulta cuyas estanterías recogen 2.500 volúmenes con interesantes contenidos bibliográficos relacionados con el mundo del vino. La enóloga palentina Ruth Franco, otra valiosa pieza del engranaje de la bodega de Mahamud, es la responsable del diseño de los vinos, y quien visite la firma se encontrará con su agradable presencia a la entrada de la bodega, pues ella suele acompañar a los visitantes en el recorrido por las instalaciones -una tarea que comparte con Verónica Cuadrado, relaciones públicas de Buezo-.

El plan de esta semana propone una visita a esta moderna bodega de la mano del equipo de Buezo. Además del recorrido por las dependencias y el viñedo, la visita incluye una degustación en su sala de catas, dirigida por la propia enóloga. Una oportunidad para probar las nuevas añadas de 2005 (crianza y reserva) tanto de tempranillo como de sus originales varietales.