Creado por el esfuerzo del alcalde y algunos vecinos, a un par de kilómetros de Peral de Arlanza existe un bosque escuela.
Se han dedicado a plantar árboles de diferentes especies (tejo, abeto...), cada uno con su placa identificativa, recuperando así una zona que estaba perdida.
Ahora, el camino que lleva hasta allí se ha convertido en uno de los paseos preferidos de los vecinos y visitantes.
Habrá que esperar aún unos años para poder ver los árboles con todo su esplendor.
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