El ábside es románico con columnas y ventanales, uno de ellos cegado, y canes historiados sencillos. También es románica la portada, apuntada, con tres arquivoltas lisas y fustes y capiteles con follaje y fauna. La nave central y una capilla lateral, con artesonado de madera de vigas policromadas, son del siglo XVI.
El retablo mayor es barroco-rococó, semicircular. Comenzó a construirse en 1774, y su coste ascendió a 2.000 reales, aportados, más de la mitad, por el Concejo. También colaboraron el Duque de Medinaceli, señor de la villa, y el arzobispo de Burgos. De sus primitivas imágenes sólo se conserva la talla de San Miguel, patrón del pueblo.
Resaltar algunos canecillos: una figura de caballero, una cruz templaria y un rostro.
En lo alto del pueblo.
Horario de visita, durante la misa.