En Santillán del Agua, Castrovido y otro montón de pueblos cuando caía granizo se tocaba (y se toca) una campana que llaman Tentenublo al tiempo que se recita esto:
Tente nublo
tente tu
que Dios puede
más que tu
Tente retente
no mates a la gente
ni al pastor
ni a las ovejas de san Antón.
Y se paraba el granizo.