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Información publicada el lunes, 13 de enero de 2003. Administrador

Poema de Fernán González (6)

Anónimo

- XXIV -

Prisión del Conde por el monarca navarro

593                                             
Fué luego don Fernando en los fierros metido,                     
De gran pesar que hobo cayó amortecido,
A cabo de una pieza tornó en su sentido;
Dijo: Señor del mundo, ¿porqué me has fallido?
 
594     
Señor Dios, si quiesieras que yo fuese aventurado,
Que a mi los navarros me fallasen armado,
Aquesto se ternía a mercede e agrado,
E por esto me tengo de ti desamparado.
 
595     
Si fueses en lacerías de mi rebtado,
Nunca fiz porque fuese de ti desamparado;
Morré de mala guisa, como home de mal fado;
Si yo pesar te fice, bien debes ser vengado.
 
596     
Dentro en Castroviejo al buen Conde metieron;
Teniéndole fuerte saña, en gran presión te dieron;
Como home sin mesura, mesura non te ficieron;
A los vasallos del Conde dejarle non quisieron.
 
597     
Dijo al rey Garcia el Conde su razón:
Non has porqué tener ningunos en presión;
Habrás por mi señero cuantos en Castilla son;
Non les fagas ningún mal, que ellos sin culpa son.
 
598     
Soltólos don Garcia, a Castilla venieron;
Cuando los castellanos el mandado sopieron,
Nunca tan mal mensaje castellanos oyeron;
Por poco, de pesar de seso non salieron.
 
599     
Ficieron muy gran duelo estonces por Castilla;
Mucho vestido negro, rota mucha capilla,
Rascadas muchas frentes, rota mucha mejilla;
Tenia en corazón cada uno gran mancilla.
 
600     
Lloraban e decían: somos homes sin ventura:
Decían del Criador mucha fuerte majadura.
Non quiere que salgamos de premia nin de ardura
Mas que seamos siervos nos e nuestra natura.
 
601     
Somos los castellanos contra Dios en gran saña;
¿Porqué nos quiere dar esta premia atamaña?
Caímos en la ira de todos los de España,
Tornada es Castilla a una pobre cabaña.
 
602     
A otro non sabemos nuestra coíta decir
Sinon al Criador que nos debe oir;
Con el Conde coidábamos desta coíta salir,
Hobiemos nos enantes en ella de venir.
 
603     
Dejemos castellanos en su fuerte pesar,
Ahi nos hemos luego en ellos a tornar;
Ayuntáronse en uno por se aconsejar,
Dejémosles ayuntados, bien nos debe membrar.
 
604     
Tornémos en el Conde, do le habemos dejado;
Era en Castroviejo, en la carcel echado,
De gentes de Navarra era bien aguardado,
Nunca fué home nado en presión mas coitado.
 
605     
Habia en estas tierras la gente ya oido
Que otro mejor de armas nunca fuera nascido;
Teníase por mejor quien le había conoscido;
Habie sabor de verle quien non le había vido.
 
606     
Un conde muy honrado, que era de Lombardía,
Vínole en corazón de ir en romería;
Tomó de sus vasallos muy gran caballería;
Para ir a Santiago metióse por su vía.
 
607     
Aquel conde lombardo yendo por la carrera,
Demandó por el conde que en cuales tierras era;
Dijéronselo luego toda cosa certera,
Sobre que fuera preso e sobre cuál manera.
 
608     
Teniendo él por cierto todo aquel engaño,
Cómo habían rescebido castellanos gran daño,
Llevándole a vistas a fe e sin engaño,
En ellas le prendieron bien habie un año.
 
609     
Preguntó si podría por cualquier cosa le ver,
Ca habia gran sabor de al Conde conoscer,
Que viéndole podria alguna pro tener,
Ca tal home non era para en carcel tener.
 
610     
Fuese para Castroviejo; demandó por los porteros,
Prometióles de les dar muchos de los dineros,
Quel dejasen ver al Conde con solos dos caballeros.
 
611     
Lleváronle al castillo; las puertas le abrieron;
Los condes uno a otro muy bien se rescibieron;
Entre ambos en su fabla gran pieza estovieron;
La razón acabada, luego se despedieron.
 
612     
Partiéronse entrambos, de los ojos llorando;
Fincó en su presión el Conde don Fernando
Estando en gran coíta, muchas coítas pasando,
Que Dios dende le sacase todavía rogando.
 
613     
Aquel conde lombardo cuando fué despedido,
Al Conde castellano non le echó en olvido;
Fuese para la infanta porque fuera contecido
Como el Conde hobiera facer della marido.
 
614     
Mostráronsela luego la fermosa doncella;
Vióla tan apuesta que era maravilla;
Fabló luego el Conde de poridat con ella;
Dijo cómo había gran querella della.
 
615     
Dueña, dijo el conde, eres muy sin ventura;
Non hay mas malfadado en toda tu natura;
De tí han castellanos todos fuerte rencura,
Que les vino por ti este mal sin mesura.
 
616     
Dueña sin piedat e sin buen conoscer,
De facer bien o mal tu tienes el poder;
Si al Conde non quieres de muerte estorcer,
Haberse ha Castilla por tu culpa a perder.
 
617     
Faces muy grand ayuda a los pueblos paganos
Ca les quitaba este Conde a todos piés e manos;
Quitas muy grand esfuerzo a todos los cristianos;
Por ende andan los moros alegres e lozanos.
 
618     
Eres, dueña, de prescio mucho menoscabada,
Serás por este fecho de muchos denostada;
Cuando fuere esta cosa por el mundo sonada
Será toda esta culpa a ti luego echada.
 
619     
Si tu con este Conde podieses ser casada,
Tenerte habian las dueñas por bienaventurada;
De todos los de España serías mucho honrada;
Nunca fíciera dueña tan buena cabalgada.
 
620     
Si eres de sentido, esto es lo mejor;
Si tu nunca hobiste de caballero amor,
Más debes amar a este que non a emperador;
Non ha home en el mundo de sus armas mejor.
 
621     
Despidióse el conde; con todo fué su via;
Fué para Santiago, complió su romería;
Envió la infanta esta mensajería
Con una de sus dueñas que ella mucho quería.

- XXV -

El Conde sale de la prisión

622                                             
Tornóse la mensajera luego con el mandado                     
De la coíta del Conde que está en gran coidado;
Vino con la respuesta a la infanta priado,
Dijo como dejara al Conde muy lacerado.
 
623     
De lo que me dijo el Conde hobe gran pesar,
El quiso contra vos al Señor Dios querellar
Que vos sola le queredes deste mundo sacar,
E si vos lo quisiéredes, él podría escapar.
 
624     
Ruegovoslo señora, por la fe que debedes,
Que vayades al Conde e vos lo conortedes;
Tal Conde como aqueste non lo desamparedes;
Si muere de tal guisa gran pecado faredes.
 
625     
Respondió a la dueña esa hora la infante:
Bien vos digo criada, téngome por mal andante;
De cuantos males pasa mucho soy dende pesante;
Mas venirá sazón que le veré bien andante.
 
626     
Quiero contra el Conde una cosa facer:
Al su fuerte amor dejarme yo vencer;
Quiérome aventurar e írmelo yo a ver;
Todo mi corazón facerle he entender.
 
627     
La infanta doña Sancha, de todo bien complida,
Fué luego al castillo e fizo en él sobida;
Cuando ella vió al Conde túvose por guarida.
Señora, dijo el Conde ¿cómo es esta venida?
 
628     
Buen conde, dijo ella, esto face buen amor,
Que tuelle a las dueñas vergüenza e pavor,
E olvidan los parientes por el entendedor;
De lo que ellos se pagan tiénenlo por mejor.
 
629     
Sodes por mi amor, conde, mucho lacerado;
Onde nunca bien hobiestes sodes en gran cuidado;
Conde: non vos quejedes e sed bien asegurado;
Sacarvos he de aquí alegre e pagado.
 
630     
Si vos luego agora de aqui salir queredes,
Pleito homenaje en mi mano faredes
Que por dueña en el mundo a mi non dejaredes;
Conmigo bendiciones e misa prenderedes.
 
631     
Si esto non facedes, en la carcel morredes;
Como home sin consejo nunca de aquí saldredes;
Vos, mezquino, pensatlo si buen seso habedes,
Si vos por vuestra culpa atal dueña perdedes.
 
632     
Cuando esto oyó el Conde tóvose por guarido:
Dijo entre si: ¡Si fuese ya complido!
Señora, dijo el Conde, por verdat vos lo digo,
Seredes mi mujer e yo vuestro marido.
 
633     
Quien desto vos falesciere sea de Dios falescido;
Faléscale la vida como a falso descreído;
Ruégovoslo, señora; en merced vos lo pido;
Que de lo que fablastes non lo echedes en olvido.
 
634     
El Conde don Fernando dijo una cosa fermosa;
Si vos guisar podiéredes de facer esta cosa,
Mientras vos visquiéredes nunca habré otra esposa;
Si desto yo falesciere, faléscame la gloriosa.
 
635     
Cuando todo aquesto hobieron afirmado
Luego sacó la dueña al conde don Fernando;
Diz: vayámosnos señor, que todo es aguisado;
Del buen rey don Garcia non nos sea mesturado.
 
636     
El camino francés hobieron a dejar,
Tomaron a siniestra por un gran encinar;
El Conde don Fernando non podía andar;
Hóbolo ella un poco a cuestas a llevar.
 
637     
Cuando se fué la noche, el dia quiere aparescer,
En ante que ningún home los podiese ver
Vieron un monte espeso, fuéronse ahí meter;
Hobieron alli la noche atender.
 
638     
Dejemos aqui a ellos en las matas estar;
Veredes cuanta coíta les queria Dios dar;
De un arcipreste malo, que iba a cazar,
Vieron los podencos en el rastro entrar.
 
639     
Fueron luego los canes a do yacían en la mata;
El Conde et la dueña fueron en gran arrebata;
El arcipreste malo, cuando vió la barata,
Plúgole mas que si ganase a Acre e Amiata.
 
640     
Ansi como los vió comenzó de decir;
Dijo: doños traidores, nos vos podedes ir,
Del buen rey don Garcia non podredes foir;
Amos a dos habredes mala muerte morir.
 
641     
Dijo el Conde al arcipreste: por Dios, sea tu bondat
Que nos quieras a entrambos tener aquesta poridat;
En medio de Castilla darte he una cibdat,
De guisa que la hayas siempre por eredat.
 
642     
El falso descreído, lleno de crueldat,
Mas que si fuesen canes non hobo piedat;
Conde: si tu quieres que sea poridat,
Déjame con la dueña complir mi voluntat.
 
643     
La dueña fué artera escontra el coronado:
Arcipreste ¿qué quieres? Yo lo faré de grado;
Por ende non nos perderemos ambos en el condado,
Mas vale que ayunemos todos tres el pecado.
 
644     
Cuando vió don Fernando cosa tan desaguisada,
Non sería mas quejado si le diesen una lanzada;
Por Dios, dijo el Conde, pides cosa desaguisada,
Por poco de trabajo demandas gran soldada.
 
645     
Díjole luego la dueña: pensat vos de despojar,
Haberos ha el Conde los paños de guardar;
Porque él non vea atan fuerte pesar
Plégavos, arcipreste, de aqui vos apartar.
 
646     
Cuando el arcipreste hobo aquesto oido,
Hobo gran alegría e tóvose por guarido;
Vergüenza non habia el falso descreido;
Confonder cuidó a otro, mas él fué confondido.
 
647     
Hobiéronse entrambos ya cuanto de apartar,
Cuidárase la cosa él luego de acabar,
Hóbose el arcipreste con ella de trabar,
Con sus brazos abiertos íbasela abrazar.
 
648     
La infanta doña Sancha, dueña tan mesurada,
Nunca home non vió dueña tan esforzada;
Tomólo por la barba, dióle una gran tirada,
Dijo: don falso traidor, de ti seré vengada.
 
649     
El Conde a la dueña non podía ayudar
Ca tenía grandes fierros e non podia andar.
Su cuchillo en la mano hobo a ella llegar,
Hobiéronle entrambos al traidor de matar.
 
650     
Cuando de tal manera morió el traidor,
Nunca merced le quiera haber el Criador,
La mula e los paños e el mudado azor
Quiso Dios que hobiesen mas honrado Señor.
 
651     
Tovieron todo el dia la mula arrendada;
El dia fué salido, la noche homillada;
Cuando vieron que era la noche aquedada
Moviéronse andar por medio la calzada.

- XXVI -

Entra en Castilla con su esposa Sancha

652                                             
Dejemos aquí a ellos entrados en la carrera                     
Por llegar a Castilla, que muy cerca era;
Diré de los castellanos, gente fuerte e ligera,
Avenir non se podían por ninguna manera.
 
653     
Los unos querien uno, los otros querien ál;
Como homes sin cabdillo aveníense muy mal;
Fabló Nuño Lainez, de seso natural,
Buen caballero de armas e al señor leal.
 
654     
Comenzó su razón muy fuerte e oscura:
Fagamos señor de una piedra dura
Semejante al buen Conde e desa mesma fechura;
Sobre aquella piedra fagamos todos la jura.
 
655     
Ansi como al Conde las manos le besemos;
Pongámosla en un carro; ante nos la llevemos;
Por amor del buen Conde por señor la tengamos;
Pleito e homenaje todos a ella fagamos.
 
656     
Si ella non fuire, nos nunca fuyamos;
Sin el Conde a Castilla jamás nunca vengamos;
El que antes tornare, por traidor le tengamos;
La seña de Castilla en la mano le pongamos.
 
657     
Si el Conde es fuerte, fuerte Señor llevamos;
El Conde de Castilla nos a buscarle vayamos;
Allá finquemos todos o él acá le traigamos;
Tardando aquesta cosa, mucho nos menoscabamos.
 
658     
Al Conde de Castilla muy fuerte honra le damos;
El puja de cada dia, e nos menoscabamos;
Semeja quél lidia, e nos nunca lidiamos;
Don Jesucristo nos perdone que atanto nos pecamos.
 
659     
Que veamos qué prescio damos a un caballero;
Nosotros somos más de trescientos, e él solo señero,
E sin él non facemos valía de un dinero;
Pierde hombre buen prescio con poco de mijero.
 
660     
Cuando Nuño Laíno acabó su razón,
A chicos e grandes plugo de corazón;
Respondiéronle luego mucho buén corazón:
Todos lo otorgamos, que es con gran razón.
 
661     
Ficieron su imagen, como antes dicho era,
A figura del Conde, desa misma manera;
Pusiéronla en un carro, de muy fuerte madera;
Sobido en el carro, entraron en la carrera.
 
662     
Todos, chicos e grandes, a la piedra juraron
Como a su señor; ansi la aguardaron;
Para ir a Navarra el camino tomaron;
En el primer dia a Arlanzón llegaron.
 
663     
E dende a otro dia esa buena compaña,
Su señor mucho honrado, su seña mucho estraña,
Pasaron Montes de Oca, una fiera montaña,
Solía ser de los buenos e de los grandes de España.
 
664     
Caballeros castellanos, compaña muy lacerada,
Fueron a Bilforado a facer otra albergada;
Cuál a Dios demandaron hobieron atal posada;
Moviéronse otro dia cuanto al alborada.
 
665     
Enantes que hobiesen una legua andado,
Salida fué la noche e el dia aclarado;
El Conde con su dueña venia mucho lacerado;
Cuando vió la seña muy mal fué desmayado.
 
666     
La dueña la vió antes e hobo gran pavor;
Dijo luego la dueña: ¿qué faremos, señor?
Veo una gran seña, non sé de qué color;
O es la de mi hermano, o del moro Almozor.
 
667     
Fueron en fuerte queja, non sabían qué ficiesen;
Non víen montaña do meter se pudiesen;
Non sabían con la queja qué consejo prendiesen
Ca non víen logar do guarida hobiesen.
 
668     
Eran en fuerte queja, que nunca fueron en tamaña;
Quisieran si podieran alzarse a la montaña,
Que se asconderían siquiera en una cabaña;
Mas catando la seña, mesuraron la compaña.
 
669     
Conosció en las armas cómo eran cristianos;
Non eran de Navarra, nin eran de paganos;
Conosció cómo eran de pueblos castellanos,
Que iban su señor sacar de agenas manos.
 
670     
Dueña, dijo el Conde, non dedes por ende nada;
Será la vuestra mano de ellos todos besada;
La seña e la gente que vos vedes armada,
Aquella es mi seña, ellos mi mesnada.
 
671     
Hoy vos faré señora de pueblos castellanos;
Serán todos conbusco alegres e lozanos;
Todos, chicos e grandes, besarvos han las manos;
Darvos he en Castilla fortalezas e llanos.
 
672     
La dueña que estaba triste e desmayada,
Fué con aquestas nuevas alegre e pagada;
Cuando vió que era a Castilla llegada,
Dióle gracias a Dios que le había bien guiada.
 
673     
Antes quel su pueblo al Conde fuese llegado,
Fué adelante un caballero e sopo este mandado
Cómo venía el Conde bien alegre e pagado,
Que traía la infanta e que venía muy cansado.
Tornóse al pueblo, al pueblo castellano,
Díjoles como venia don Fernando alegre e pagado.
 
674     
Las gentes castellanas cuando aquesto oyeron
Que venia su señor e por cierto lo tovieron,
Nunca tamaño gozo castellanos hobieron;
Todos con alegria a Dios lo gradescieron.
 
675     
Tanto habian de gran gozo, que creer no lo quisieron;
Diéronse a correr cuanto de recio pudieron;
Enantes que llegasen, al Conde conoscieron;
Allegaron a él; en brazos le cogieron.
 
676     
Fueron besarle las manos todos a su señora
Diciendo: Somos ricos castellanos agora;
Infanta doña Sancha, nasciestes en buena hora,
Por ende vos rescibimos todos por señora.
 
677     
Feciéstes nos merced, nunca otra tal viemos;
Cuanto bien nos feciéstes contar non lo sabriemos;
Si non fuera por vos, cobrad non lo podiéramos.
 
678     
Sacastes a Castilla de gran cabtividat;
Feciéstes gran merced a nuestra cristiandat;
Ficiéstes mucho pesar a los moros, esto es verdat;
Todo esto vos gradezca el rey de magestat.
 
679     
Todos e ella con ellos con gran gozo lloraban;
Teníen que eran muertos e que resuscitaban;
Al rey de los Cielos bendecían e laudaban;
El llanto que facían en gran gozo tornaban.
 
680     
Llegaron de venida todos a Bilforado,
Aquesta villa era en cabo del condado;
Un ferrero muy bueno demandaron priado;
El Conde don Fernando de fierros fué sacado.
 
681     
Fuéronse para Burgos cuando ir se podieron;
Luego que alli llegaron grandes bodas fecieron;
Non alongaron plazo, bendiciones prendieron;
Todos, grandes e chicos, muy gran gozo hobieron.
 
682     
Alanzaban en los tablados todos caballeros;
A tablas e escaques jugan los escuderos;
De otra parte mataban los toros los monteros;
Habia ahi muchos cítulas e muchos violeros.
 
683     
Dos bodas, que non una, castellanos facían;
Facían muy grand gozo, que mayor non podían;
La una por su señor que cobrado lo habían;
La otra porque entrambos bendiciones prendían.

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